Descubren un alga que fija el nitrógeno del aire: Un hito evolutivo con potencial para revolucionar la agricultura
Un equipo de investigadores de la Universidad de California ha realizado un descubrimiento científico que tiene a la comunidad científica mundial asombrada: una especie de alga marina que ha evolucionado para aprovechar el nitrógeno del aire gracias a un organelo especial y una simbiosis beneficiosa con una cianobacteria. Este hallazgo desafía el conocimiento actual sobre las células y tiene el potencial de transformar la agricultura para siempre.
Un nuevo paradigma en la biología celular:
Tradicionalmente, se pensaba que solo los organismos con células procariotas (sin núcleo) podían extraer el nitrógeno del aire y utilizarlo para su crecimiento. Sin embargo, este estudio publicado en la revista Science demuestra que el alga marina Atelocyanobacterium thalassa ha adquirido esta capacidad gracias a la evolución de un organelo interno llamado nitroplasto. Este nitroplasto proviene de un endosimbionte bacteriano del alga, lo que significa que la célula eucariota ha incorporado una función que antes era exclusiva de las procariotas.
Implicaciones para la agricultura:
El nitrógeno es un elemento esencial para la vida, pero su disponibilidad en el suelo puede ser un factor limitante para el crecimiento de las plantas. Este descubrimiento abre la puerta a la posibilidad de desarrollar cultivos que puedan fijar su propio nitrógeno, lo que reduciría la necesidad de fertilizantes sintéticos y sus impactos ambientales.
Un nuevo enfoque en la evolución:
Este hallazgo también invita a repensar la forma en que entendemos la evolución de las especies. La endosimbiosis, la estrecha relación entre organismos que lleva a la fusión de sus genomas, ha sido un proceso fundamental en la historia de la vida. El descubrimiento del nitroplasto muestra que este proceso sigue ocurriendo y que puede dar lugar a nuevas y sorprendentes adaptaciones.
Futuro prometedor:
Las investigaciones futuras se centrarán en comprender mejor los mecanismos moleculares que subyacen a la formación del nitroplasto y en explorar su potencial para aplicaciones biotecnológicas. Este descubrimiento abre un mundo de posibilidades para el desarrollo de nuevas variedades de cultivos más sostenibles y eficientes, lo que podría tener un impacto significativo en la seguridad alimentaria mundial.